El Alevín B jugó este martes un amistoso contra la UD Cornellà, mientras que el Alevín A lo hace este miércoles ante el Nàstic
El objetivo es buscar una buena preparación para afrontar el torneo MIC de Semana Santa y el paso definitivo a la categoría infantil
Los alevines nacidos el año 2004 han empezado ya a preparar su paso al fútbol 11. Un camino lleno de cambios que no será fácil y en el que se encontrarán muchas dificultades que deberán superar con la ayuda de sus entrenadores. El Alevín B, que dirige Jordi Font, jugó este martes su primer partido amistoso en la Ciudad Deportiva contra la UD Cornellà y este miércoles le llega el turno al Alevín A de Marc Serra, que se enfrenta al Gimnàstic de Tarragona. Son los dos primeros partidos amistosos de los muchos otros que disputarán antes de jugar el Torneo MIC durante la Semana Santa. Esta será su primera gran prueba de fuego contra rivales de primer nivel y dónde descubrirán de verdad qué tipo de adversidades tendrán que superar la próxima temporada, cuando jueguen en la categoría Preferente Infantil ante chicos un año más grande que ellos.
¿Ante qué dificultades se enfrenta un alevín en su paso al fútbol 11? La primera es al cambio de pelota. Pasan de jugar con una talla 4 a hacerlo con una 5, que es la que utilizan los adultos. “Cuando eres alevín y benjamín todo el fútbol sucede en 10 o 15 metros y a una velocidad muy alta. Ahora todo cambia. Las posiciones son nuevas y las dimensiones del terreno se les hacen enormes. Muchas veces verán el pase claro pero les faltará fuerza para poder hacerlo, pero poco a poco irán cogiendo los mecanismos necesarios para adaptarse al fútbol 11”, explica Marc Serra, entrenador del Alevín A y coordinador del Fútbol 7 azulgrana, que el año 2014 ganó el MIC después de superar el Manchester United en las semifinales y el Ajax en la final (5-0). Tanto el Alevín A como el Alevín B lideran, en la actualidad, sus respectivos grupos de Preferente.
Tres meses de adaptación
La adaptación requiere unos tres meses de tiempo. ¿Por qué? Sergi Milà, entrenador del Infantil B, lo explica: “En ataque irán superando las adversidades que se vayan encontrando sin complicaciones, pero en defensa todo será más complicado. De entrada empezarán a jugar con fuera de juego desde medio campo y tendrán que defender muchos metros a su espalda. Una situación a la que no están acostumbrados y, encima, son jugadores más pequeños, ya que son de primer año. Se enfrentarán con infantiles de segundo año que ya han hecho el cambio corporal y los superan en 10 o 20 centímetros. El nivel de exigencia es, por lo tanto, muy duro”.
Aprenderán a sufrir mucho defendiendo un córner o las acciones a balón parado, pero este sacrificio les hará más fuerte de cara al año siguiente, cuando jugarán en División de Honor con el Infantil A. La mejor prueba de esta adaptación es el Infantil B, que con los jugadores más pequeños de la categoría lidera, en la actualidad, el Grupo 1 de la Preferente. Y es que la calidad ayuda, como es lógico, a adaptarse más rápido en el paso del Fútbol 7 al Fútbol 11.



